Engaño y compra de conciencia

CARLOS CONCHA JIJÓN

Son muchas las peroratas a que nos tienen acostumbrados, meros disparates, en el entorno de una campaña electoral. Actores improvisados prevalidos de cierto grado de audacia y otros que no quieren aflojar la teta irrumpen en el panorama electoral, con el fin de lograr una representación de elección popular y abusando de la idiosincrasia del electorado, se lanzan al ruedo para impresionar con una serie de ofertas mentirosas mencionadas en un listado de poca credibilidad, que al calor de una campaña no son analizadas por la colectividad para determinar la posibilidad cierta de realizables, que a fin de cuentas quedarán como un ofrecimiento burdo, que después de la elección serán simplemente un comentario callejero.

Con estas actitudes descabelladas, por algunos que ofician de políticos, nos permite apreciar el maltrato que se da a la política, degradándola en sumo grado y enlodándola como una profesión para sacar provecho personal, conducente a que los deshonestos se glorifiquen con un triunfo electoral. Con engaños aparecen los ‘benefactores’ del pueblo, que antes del sufragio tratan de halagar con derroche de dinero, entrega de regalos, flores, jaranas acompañadas de licor gratis y en algunos casos una orquesta ameniza el baile, sin costarle un céntimo a los asistentes, porque estos gastos, supuestamente representan una inversión.

Me decía un amigo que a nuestro pueblo lo tienen mal acostumbrado, a que le ‘pinten pajaritos en el aire’, razón por la cual tenemos que hacer una interiorización del pensamiento (reflexión) para no caer en el engaño de una política demagógica, pues, esto constituye una rústica grosería para la colectividad. Así, por ejemplo, podría darse el caso que ‘Ruperto Mamerto’, ofrezca un buen puerto; ‘Don Dorado Paniaguado’, un gran mercado; ‘Don Cabrera Calavera’, una hermosa carretera, y hasta ‘Felisa la Lisa’, nos brindará una traguisa. Palabras, palabras que se desvanecerán en el tiempo, para finalmente quedar selladas en el cofre del olvido. Sugerencia: Tenemos que aprender a votar.

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