¿Deberíamos portar armas?

MA. ALEJANDRA SALAZAR MURRIETA

La reproducción de imágenes, vídeos y noticias violentas, han invadido nuestra tranquilidad; robos a mano armada y crímenes por un celular o 10 dólares, empiezan a hacerse frecuentes, más aún en estos meses finales del año, donde por alguna extraña situación afloran los deseos de poseer hasta la vida ajena. Tantos hechos nefastos han puesto en la palestra pública la idea de que los ciudadanos deberíamos estar armados para defender nuestra vida, seres queridos y bienes. Por ello me pregunto: ¿Deberíamos portar armas para defendernos?

Quienes defienden esta solicitud sostienen que un pueblo armado está en mejor capacidad para defenderse. Por otro lado, hay quienes aún no terminan de convencerse si este remedio no sería aún peor que la enfermedad que se quiere erradicar. Es cierto que, en algún momento, alguien decidió que la ciudadanía, incluso guardias de seguridad, debían permanecer desarmados; pero, parece que esta medida no aplicaba a la delincuencia, quienes se muestran muy campantes haciendo gala de un armamento muy sofisticado, que no temen en usar en cualquier lugar y a cualquier hora del día.

El tema es de mucho estudio, hay gente sensata que sabe controlarse y manejar muy bien sus emociones; pero hay un aumento desmedido de intolerancia y de una sed de justicia que ya suena más a venganza. Hay gente ‘normal’, que un día despierta y mata a su familia, compañeros de estudio o trabajo; otros guardan el racumín junto a las galletas y el ácido junto al shampoo. Estamos seguros que esa gente es o se haría responsable del uso de un arma letal.

La violencia y las injusticias se nos están haciendo costumbre, pero no podemos permitir que nos roben nuestra calma y sentido común. Sigamos luchando y pidiendo leyes más justas y ágiles, porque posiblemente el día en que estemos fuertemente armados, salgamos a las calles a hacer justicia y terminamos matando a todos los malos, allí entonces solo quedaríamos los asesinos.

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