Bizantinismo y parches

Se reciben opiniones de expertos y organizaciones internacionales, se consulta a gremios periodísticos y desde el Gobierno hasta ahora solo se habían enviado tímidos mensajes sobre el Proyecto de Reforma a la Ley de Comunicación. La Ministra del Interior, en una declaración reciente, dijo mostrarse favorable a la eliminación de la Superintendencia de Comunicación y el carácter punitivo que actualmente tiene la Ley.

Hasta ahí la Ministra siguió al pie de la letra los planteamientos hechos antes por el Ejecutivo. Sin embargo, añadió la necesidad de preservar la libertad de opinión. Y fue un poco más lejos al pronunciarse por suprimir los delitos por este motivo del COIP, y que la responsabilidad por afectación a la honra sea tratada en el ámbito civil. Un planteamiento interesante, pero que solo añadiría otro parche a la Ley.

La Ley pretendió ser una barrera de ocultamiento de la verdad y una salvaguarda de la impunidad de funcionarios prominentes del Ejecutivo, algunos de los cuales aún permanecen incrustados en el aparato de Estado. Que se elimine la Ley y se construya una nueva, tiene entonces sobrados fundamentos, sobre la base de hechos y no de especulaciones bizantinas, como las que se escenifican en la Asamblea Nacional.

Tal vez este giro gubernamental, expresado por la Ministra, se deba a los acontecimientos políticos tan impactantes de los últimos meses, en los que la gangrena de la corrupción es, en definitiva, el centro del problema. Una tragedia social y política que los medios de comunicación independientes pugnamos por develar (y develamos) a pesar de las brutales represalias del gobierno correísta.


Hay éxitos que rebajan y derrotas que engrandecen”. Nicolae Iorga Dramaturgo rumano (1871-1940)

El tiempo no existe por sí mismo. Si nada ocurriese, no habría tiempo”. Mario Bunge, Filósofo argentino (1919)