Festival que crece en calidad

Lucía Margarita Figueroa Robles

Tras una semana intensa, que le dio colorido a nuestras fiestas independentistas a través del arte y la cultura presentes en el III Fiav Loja 2018, despertando nuestro sentido de pertenencia en esta tierra bendita de contrastes, que en cada luna observa a nuevos caminantes acrisolados, nos hallamos con grandes sorpresas escénicas en la programación In, como las presentadas en el Teatro Nacional Benjamín Carrión, que por su contenido y calidad escénica fueron ovacionadas por el público de pie, tal como sucedió en obras aparentemente circunscriptas a épocas lejanas, trasladándonos a una atmósfera shakesperiana la una, y a un drama psicológico de Ibsen, la otra, fusionando los diálogos con elocuencia hasta llevarnos a lo que somos en tiempo y espacio: “Mucho ruido por nada” de la compañía de Teatro La Plaza del Perú, dio un giro inesperado a la reconocida obra de Shakespeare “Mucho ruido pocas nueces”, reflejando aquel momento en el que las mujeres estaban prohibidas de actuar, para posteriormente hablarnos sin ornamentos de lo que significa el amor, como derecho y como reconocimiento social más allá de los géneros; provocando en dos horas de función, un aparente vuelco a nuestra mentalidad “pudorosa”. Y como para cerrar con broche de oro este III Festival, pudimos disfrutar “El enemigo del pueblo” de la Compañía Nacional de Teatro de México, quienes relataron una historia basada en el libro de Henrik Ibsen, cuyo conflicto visible en el escenario, cuestionando evidentemente la corrupción, se lo podría trasladar a la vida política, a una crítica directa a la prensa, o a un simple conflicto familiar, en donde la gente prefiere intoxicarse o postergar un fatal desenlace, antes que ser valientes y afrontar una realidad que aqueja a todos, para terminar el nocivo proceso. En una sociedad carente de valores, con cerebros vacíos y bolsillos llenos, donde se visibiliza la prostitución de la verdad, y como simples marionetas aceptamos la violencia si nos la pintan de otra cosa. Mi enhorabuena por un festival que va creciendo en calidad año tras año. (O)