Liber Andrade Salazar
Definitivamente los diezmeros siguen apareciendo. La gente empieza a creer que es normal dar unos dólares a cambio de…No amigos! La Constitución en varias normas prevé el combate a toda forma de corrupción.
La mayoría de los ecuatorianos somos éticos-morales, la excepción son pocos funcionarios públicos y otros tantos privados. Ante el ejemplo de que el ex Presidente pedía para la organización; la vicepresidenta no se queda atrás con el mal ejemplo anterior; ex presidentes de otras funciones y Ministros de Estados entregando puestos de libre remoción a cambio de unos tantos dólares; Asambleístas perfumados y de sobaco sudados solicitando entre otras cosas para medicinas; Alcaldes y Prefectos también están comprometidos, entregando contratos aunque el portal de compras públicas aparezca todo claro; para acceder a un cupo educativo, laboral, futbolístico, supone el desprendimiento de parte del patrimonio para agradecer al funcionario y lo peor es que a ratos a ciertos “amigos” porque aquí todo es así.
Ante esta situación es imperante que desde la sociedad civil en estrecha relación con la academia, gremios profesionales y más instituciones con vocación de libertad y democracia auténtica, la robustezcamos con la puesta en marcha de un conjunto normativo interno de valores, un código de ética social y, por supuesto la expedición de una ley anticorrupción que describa las diversas formas delictuales y las sanciones con medidas de pérdida de la libertad y otras que permitan el verdadero arrepentimiento y corrección delictual, donde ellos den charlas a los sectores organizados haciendo conocer lo indebido de esas conductas. Difícil pero hay que actuar, caso contrario verán a nuestro Ecuador en el concierto internacional como sabidos. Empecemos, la Vicepresidenta debe ser sancionada política y penalmente.