Pragmatismo y sensatez

La renuncia de la vicepresidenta María Alejandra Vicuña abre el camino para las más variadas especulaciones sobre el rumbo que pretende dar Lenín Moreno a su régimen. Que si va de la izquierda a la derecha o que si responde a determinados grupos de poder económico, son algunas de las tantas especulaciones. Lo cierto es que la coyuntura política y económica actual, desde dentro y desde fuera del país, exige pragmatismo, sensatez y cordura.

Por el escenario económico, en un país dependiente en gran parte de las exportaciones petroleras, hay que andar a tientas, en particular con los mercados tradicionales que hoy emprenden políticas proteccionistas, que se pensaba que eran cosa del pasado. Esta situación obliga a buscar fuentes seguras y convenientes de financiamiento, llámense bancos chinos o el FMI, para que haya estabilidad y, de ser posible, crecimiento económico aunque sea discreto.

Por otra parte, en lo político se vive un reacomodo de los partidos y movimientos que pueden inclinar la balanza de fuerzas inesperadamente hacia un lado o hacia otro. No en balde estamos a las puertas de unas importantes elecciones seccionales que pudieran constituir, de hecho, un plebiscito sobre el propio Gobierno y, en particular, el Presidente.

La accidentada y volátil política ecuatoriana de los últimos 10 o 12 años obliga a la cautela en la toma de decisiones. El asunto de la vicepresidenta Vicuña no puede separarse de tan complejos contextos. No se trata, como antaño, de hacer rodar cabezas y que nada pase. Detrás de las bambalinas se forjan nuevas alianzas y estrategias, y permanecer ajeno a ellas sería un suicidio político.


Es fácil creer en algo si ganas siempre. Las pérdidas son lo que define la fe de un hombre”. Brandon Sanderson Novelista estadounidense (1975)

Cuando leo, acomodo, no sólo acomodo el cristalino de mis ojos, sino también el de mi intelecto”. Roland Barthes Filósofo francés (1915-1980)