ORLANDO AMORES TERÁN
La Resolución Celir 30.08.1978, fijó línea demarcatoria, correspondiendo La Concordia a Santo Domingo, y La Unión a Quinindé. La 2da.Sala del Tribunal Contencioso Administrativo, en 1990, rechazó la Demanda que pretendía anular la sentencia que dejó en firme, la Resolución Celir 78. La Ley de creación de la Provincia Santo Domingo de los Tsáchilas que envió el régimen al Congreso, en el Art.3, cercenó territorio: “Los límites de la provincia… serán los mismos que tenía el cantón… a excepción de los pertenecientes al recinto de La Concordia”. La Comisión Jurídica con 1.500 concordenses, presentó Demanda 0037-2007-TC, de Inconstitucionalidad Total de la Ley que creó el Cantón La Concordia, porque trasladó nuestro territorio a Esmeraldas. Además, con 1.500 santodominguenses, presentó Demanda 0006-08-TC, de Inconstitucionalidad Parcial de la Ley que creó la Provincia Santo Domingo de los Tsáchilas, porque cercenó La Concordia.
Con las demandas, demostramos que existía conflicto de pertenencia. La Comisión Jurídica, presidida por Amores Terán, el FCC, liderado por Jeannete Armijos, con el apoyo de María Piedad Maldonado, logramos que la Constituyente, incorpore en la Constitución, la Transitoria 16ta. En ella determinamos el modo de resolver conflictos de pertenencia, para obligar al régimen a convocar a Consulta. El FCC recogió 3.461 firmas, por Resolución PLE-CNE-3-9-2-2010; solicitando Consulta de Pertenencia en La Concordia.
Como el régimen no instaba al CNE a convocar a Consulta, lo demandamos ante la Corte Interamericana de DDHH, por incumplir la Transitoria 16ta. Solo entonces, el mandatario solicitó al CNE convoque a Consulta en La Concordia, en base a la Transitoria 16ta. de la Constitución, propuesta por nosotros. El 05.02.2012, más del 80% de la población, decidió pertenecer a Santo Domingo de los Tsáchilas. Al día siguiente, la Comisión Jurídica, entregó al régimen los anteproyectos reformatorios, concluyendo 6 años de gestión silenciosa, autoimpuesta. Nunca antes, en la historia de Santo Domingo y de La Concordia, muy pocos, hicieron tanto, en beneficio de todos, sin beneficiarse ellos.