La palabra, de Galo Terán

POR: Luis Fernando Revelo

Recuerdo mis años de estudiante en la Universidad Central del Ecuador, cuando el prestigioso maestro, el Ing. Jorge Duque, nos enseñaba en Física, el capítulo correspondiente a la Óptica, cómo desde un foco los rayos viajaban en toda dirección, alumbrando el entorno que le rodeaba. Se enfatizaba que el único modo de dirigir la luz era a través de pantallas, espejos y prismas y sin embargo, las partículas de luz todavía quieren salir en todas las direcciones. La luz láser era distinta, sus partículas, en lugar de diseminarse, se sincronizan unas con otras y convergen a la misma dirección. Es una luz “coherente”, muy útil en la industria y en la medicina.

Las palabras, constituyen los láseres del pensamiento humano. Los pensamientos, cuando se expresan en palabras, se sincronizan unos con otros y se direccionan en un solo sentido. El atributo supremo del ser humano es la palabra. ¡Poderosa es la palabra! Hasta Dios con el poder de su Palabra, hizo la creación. Jesús con su Palabra sanó a los enfermos y reprimió al adversario. Las palabras pueden construir o destruir. “Por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”, afirma la Biblia (Mt 12,37).

Desde la óptica que mira el poder de la Palabra, el prestigioso catedrático Dr. Galo Terán Imbaquingo, en días pasados, en el Auditorio del Gobierno Provincial de Imbabura, tuvo la brillante iniciativa de presentar su libro “La palabra, herramienta y arma”, un verdadero vademécum de la comunicación, oral, escrita y corporal. Afirma el autor con aplomo que la obra “busca suplir la necesidad de emprender una sistemática búsqueda y descubrimiento de nuestras potencialidades comunicativas…”

Amena y fascinante es la nueva obra, un reflejo de nuestra cultura y sociedad.