El mate de la reina

Ricardo Guamán Araujo

En ajedrez hay una jugada maravillosa y estratégica en la que uno de los jugadores pierde a su reina, la pieza de mayor valor en el tablero, para ganar el juego.

Son dos veces que el presidente Moreno hace esta jugada para ganar el juego político donde hace sus simbiosis políticas.

Recordemos que al nicaragüense Eduardo Mangas hizo renunciar como su secretario para aplacar los rumores de fraude electoral con el que llegó a ser presidente y dejaba que todo se enfoque a aquello para que María Fernanda Espinosa, la canciller de Ecuador de ese tiempo, sea ahora la presidenta de la ONU.

Cabe destacar que Eduardo Mangas es el tercer esposo de la presidenta actual de la Organización de las Naciones Unidas. Aquí hizo esta gran jugada porque María Fernanda Espinosa iba a hacer indudablemente despedida y no hubiese llegado a dicha dignidad y esta obra maestra la catapultó a mejor puesto, dejando todo en nada.

Hace casi dos semanas, hubo diálogos mantenidos entre altos funcionarios de Estado y un importante alcalde de nuestro país, conversaciones hechas en Cumbayá, algo que se está convirtiendo en una “linda costumbre”. Con los hechos que hicieron dimitir a la exvicepresidenta, María Vicuña, hoy investigada por delitos de concusión, entre los tres presidentes que tiene el Ecuador, la anuencia de consejeros y asesores, ponen a consideración de la Asamblea una terna liderada por un hombre que ya es vicepresidente y que cuenta con el beneplácito de la simbiosis.

Con esto Moreno vuelve a hacer la misma jugada. Hace a todos parte de su ‘revolución’ y está amparado por Dios y por el diablo.

Los movimientos que tenía que haber hecho cuando tomó el poder, lo hace ahora, ya empezaron los cambios y se espera que para las últimas semanas de diciembre y principios de enero del próximo año existan cambios en el Consejo de la Judicatura, los Ministerios, Gobernaciones y asesorías jurídicas y se cumpla en parte con descorreizar el país.

Con un vicepresidente a medida quedan dos jugadas sueltas. Que la derecha se haga con la presidencia o la izquierda morenista la mantenga, la espada de Damocles recae sobre el vicepresidente electo que, según rumores, será el presidente visible por ausencia de enfermedad de Moreno. (O)

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