Pan y circo

Generalmente, se utilizan estas dos palabras de manera peyorativa para describir las prácticas de un Gobierno que, para mantener tranquila a la población u ocultar la corrupción, provee a las masas de “alimento y entretenimiento” de baja calidad y con criterios paternalistas. Juvenal, poeta latino, hacía referencia a la práctica de proveer trigo gratis a los ciudadanos romanos, igual que representaciones circenses como medio para ganar poder político a través del populismo.


Las famosas “sabatinas” –que pomposamente dicen ser “rendición de cuentas”- pueden considerarse un claro ejemplo de “circo para el pueblo”, ya que ahí, de una manera ecléctica, se abordan diferentes temas durante casi cuatro horas: desde lo que comió el “mashi”, sus paseos en bicicleta, sus bailes, cantos, insultos a sus rivales políticos, autoalabanzas, en fin, todo un entramado de revolución ecléctica. Antes se presentaban en las “sabatinas” unos payasos que de la manera más burda se burlaban de todo aquel que criticara al régimen del “Socialismo del Siglo XXI”.


La Asamblea Nacional se ha convertido en un circo, y para ser consecuente con ello, va de candidato a asambleísta el payaso Tiko Tiko, quien realmente es el que más derecho tiene a ser candidato, pues Tiko Tiko si es un payaso de verdad. Igualmente Carlos Michelena quien ya está retando a un debate político a Tiko Tiko.


Cuando los medios de comunicación y las redes sociales reventaban con los casos de corrupción en Petroecuador, milagrosamente aparece en la escena del circo la Jueza Lorena Collantes, quien obtuvo sus 30 minutos de fama al amenazar de muerte a los integrantes de la fuerza pública que la detuvieron y les mostró su poder. Salió en libertad enseguida.
Los “revolucionarios” son realmente dignos discípulos de Joseph Goebbels, padre de la propaganda Nazi.