César Sandoya Valdiviezo
El 21 de diciembre concluyó el plazo para inscribir las candidaturas a las diferentes dignidades seccionales, con lo cual el país se prepara para escuchar las propuestas de los actores políticos, con el fin de tener fundamentos antes de escoger a los mejor preparados y capacitados para gobernar.
Sin embargo, son preocupantes los datos que arrojó una encuestadora nacional que refleja el nivel de apatía de la gente frente a las elecciones del 24 de marzo del próximo año. Según esos datos estadísticos, hay personas que ni siquiera conocen lo que se elige en los futuros comicios ni tienen afinidad con los movimientos y partidos políticos.
Más allá del desinterés ciudadano por las elecciones seccionales, lo cierto es que el país se alista a elegir 23 prefectos, 23 viceprefectos, 221 alcaldes, 864 concejales urbanos, 443 concejales rurales, 4.094 vocales principales de los gobiernos parroquiales y siete consejeros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.
Para estas elecciones el CNE fijó un presupuesto de 99 millones 330 mil dólares y las nuevas autoridades serán posesionadas el 14 de mayo de 2019. Serán convocados a votar 13 millones 261.994 ciudadanos, quienes deberán acudir a 39.814 juntas receptoras del voto.
La Constitución de 2008 no permite postularse a la reelección a las autoridades que ya fueron elegidas en dos ocasiones para el mismo cargo, lo que significa que 47 de los 221 alcaldes y 15 de los 23 prefectos se abstuvieron de buscar la reelección.
De acuerdo con el calendario electoral, la campaña política arranca el 5 de febrero y se extiende hasta el 21 de marzo del año que viene. El sufragio de las personas privadas de libertad sin sentencia condenatoria ejecutoriada será el 21 de marzo de 2019. El voto en casa el 22 de marzo, las elecciones el 24 de marzo y la posesión de las nuevas autoridades el 14 de mayo.
Ahora le toca al pueblo reflexionar. Si votar por los rostros repetidos, por las nuevas apuestas de las organizaciones políticas o por quienes vuelven a la palestra política después de un breve paréntesis. (O)