Luis Muñoz Muñoz
Se torna difícil para los ecuatorianos utilizar su vehículo para transportarse, debido a que el precio de la gasolina sufre un incremento considerable. En la actualidad llenar el depósito de combustible representará un gasto importante al final del mes. El alza del precio de los combustibles anunciado por el Gobierno Nacional, afecta a las familias, al sistema de transporte público, a los talleres de reparación, e incluso a las aseguradoras. El ministro de Finanzas, Richard Martínez, anunció en conferencia de prensa al país, el martes 18 de diciembre de 2018, que se ha decidido reducir los subsidios de la gasolina extra y ecopaís, señalando que son absurdos, que han impedido continuar con proyectos sociales. El alza para estos carburantes es en treinta y siete (37) centavos de dólar por cada galón, y defendió el incremento, alegando, que la situación del país es insostenible por el manejo irresponsable de la economía durante 10 años, de lo cual no tenemos la culpa los ecuatorianos que confiamos de “buena fe” en quienes fueron electos para gobernar en la “década ganada”, que a la final resultaron ser una gavilla de pícaros. Empero, no se ha informado de las gestiones que se hacen o se han hecho, para recaudar los miles de millones de dólares que se llevaron los responsables de ésta debacle, y cuya “gavilla de pícaros” está plenamente identificada, con lo cual se paliaría la crisis y no habría necesidad de tomar estas medidas antipopulares. Nada hemos conseguido con que se encuentren procesados, detenidos o prófugos, si no se han tomado medidas adecuadas para incautar y rematar o vender los bienes de quienes saquearon las arcas del Estado. No hay sindéresis entre lo que se dice y lo que se hace, recordemos que cuando se elevó el precio de la gasolina súper se dijo que no subirían las demás gasolinas, no ha pasado mucho tiempo y ya tenemos un “aguinaldo negro” con este golpe económico. (O)