Corrupción extrema

Luis muñoz muñoz

Un nuevo escándalo revela el presidente Lenín Moreno Garcés, cuando hace conocer en cadena de televisión que por lo menos en cinco proyectos estratégicos que arrancaron en el gobierno del expresidente Rafael Correa se pagaron USD 4.900 millones de dólares, con sobreprecios exagerados, cuyos proyectos debieron costar la mitad o menos, en las refinerías de Esmeraldas y del Pacífico; la terminal marítima Monteverde; el poliducto Pascuales-Cuenca y la planta de gas natural Bajo Alto.

La evaluación técnica de estas obras estuvo a cargo de tres empresas españolas, una de EE.UU. y una de Reino Unido, contratadas bajo licitación a un costo de USD 3,3 millones. Por lo mismo hay un perjuicio multimillonario al Estado y un atraco descarado a los fondos públicos, que deben ser investigados y sancionados con todo el rigor de Ley para sentar precedentes en las presentes y futuras generaciones.

Este asalto al erario no puede quedar en la impunidad, es prudente que actúe la Fiscalía, despojándose del compromiso político de grupo del cual está poseído.

Los sobreprecios son tan protuberantes que no escapa a la inopia en materia de contabilidad. Este tipo de chanchullos fueron ejecutados por los llamados ‘revolucionarios’ en la década ‘ganada’. Sorprende la denuncia del Jefe de Estado en el sentido de haber presentado más de 500 denuncias de corrupción contra el régimen de Correa, sin embargo, muy pocas han sido investigadas, otras han ido a parar en el tacho de la basura o simplemente no han progresado, por la ‘inercia’ y la componenda entre correligionarios del correísmo, enquistados en las fiscalías y juzgados del país.

Para devolver el prestigio de la Justicia es necesario declararla en emergencia como ocurrió en el Perú y destituir a los ‘alcahuetes de la corrupción’, para recuperar los dineros que se llevaron los corruptos y paliar la crisis en que nos dejó sumidos irresponsablemente el Gobierno anterior. (O)