Inscripciones

Liber Andrade Salazar

Terminado el proceso de inscripción de candidatos, las sorpresas no dejaron de verse. Una Junta Electoral de Santo Domingo sin experiencia y con deliberadas intenciones de calificar a candidatos de partidos y movimientos conocidos y amigos que, una vez elegidos les permita entrar en procesos de negociación política para sus pretensiones grupales y no en beneficio de los sectores populares. Eso debe evitarse.

Precandidatos reclamando acuerdos previos (pues las elecciones primarias son quimeras) ya que a última hora no los tomaron en cuenta como principales o los colocaron en lugares no relevantes o ubicaron como suplentes; en otros casos ni como suplentes, inscribieron a otras personas.

También se evidencia que las denominadas alianzas estratégicas de trabajar juntos por la Alcaldía y Prefectura son frágiles, ya que de antemano hay trabajos encubiertos apoyando a otros candidatos o la imposición de candidatos para posteriormente entrar en el campo de las confrontaciones y destituir al titular del GAD. Lo cierto es que, las contradicciones por ser los primeros a costa de cualquier precio, se nota a leguas.

Las inscripciones de orden político se han convertido en corrida tras una vacante o puesto de trabajo del sector público o privado. Los precandidatos y varios candidatos no tienen idea de la función a cumplir; lo que se saben de memoria es que la Constitución y Código de la Democracia permite elegir y ser elegidos sin discriminación alguna. Y, para evitar tanta vehemencia de liderazgos no extendidos por el pueblo, deberíamos pensar en solo cancelarles viáticos y subsistencias, ya que el ejercicio de elección popular es obligación constitucional como determina el Art. 83 numerales 11 y 17 de la CRE. No más, con ello veremos a muchos vagos y mentirosos buscando trabajo y promoviendo el emprendimiento.

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