Salvatore Foti
Para cualquier representante político y más aún para un mandatario, uno de los aspectos más relevantes en su gestión es la confianza que sus mandantes les tengan. Cumplir con las promesas de campaña y sobre todo ser francos y directos a la hora de tomar medidas negativas son la base de la comunicación política vigente.
Nos extraña que el Gobierno en más de una ocasión no nos ha dicho la verdad. En el caso de la subida de los combustibles fue lamentable, en la forma y en el fondo, la manera en la cual nos la impusieron.
Hace muy poco tiempo el Presidente dijo, más de una vez y en cadena nacional, que no iba a haber ningún paquetazo. Resultó ser una evidente mentira, pues el aumento del costo de la gasolina y del diésel es uno de los impuestos más directos. Por ende, un paquetazo a toda la población que muy pronto tendrá que enfrentar un elevado costo de vida. Estas “contradicciones ejecutivas” solo nos alarman y hacen ver con negatividad al nuevo año, pues es legítimo pensar que, diga lo que diga, al Presidente no podremos creerle. Pues una cosa es lo que dice y otra es la que hace.
La parte económica está muy grave y por esto deben decirnos qué más van a hacer y si esta será la última medida que se adopte en contra del pueblo o la primera de una larga serie. Franco y directo, señor Presidente. Franco y recto.
Que nos aseguren que el dólar no está en peligro y que no van a subir el IVA u otros impuestos, pues necesitamos saberlo. Caso contrario, significaría que nos están tomando el pelo en quién sabe cuántas cosas más.
No sé de cuáles mediciones dispongan los asesores del mandatario, pero apuesto a que no ha de pasar por su mejor momento, a causa también de una estrategia política de muy vieja escuela, que empieza a ofender a la buena fe y a la sabiduría ciudadana.
Al mandatario solo le queda reconquistar la confianza de la población con hechos y con trasparencia, caso contrario significaría que hay “gato encerrado”. La gente no es tonta, a pesar de las muchas “cortinas de humo” que nos vienen y vendrán posicionando día tras día. Las protestas pronto podrían volverse el pan de cada día y, sin un líder creíble, solo iremos de mal en peor.