Periodista

Eduardo Naranjo Cruz

Este oficio fue convertido en profesión por la Academia, sin embargo, llegar a merecer el nombre requiere de verdadera vocación de entrega al servicio de la comunidad, esto es buscar siempre la verdad, generalmente oculta por el poder político y el económico, con el fin de difundirla a través de un medio masivo, prensa escrita, radio o televisión.

Actualmente se denomina comunicadores, a quienes hacen uso técnico del manejo de mensajes aplicado a cualquier situación, sea publicidad, mercadeo, enseñanza, presentadores en medios masivos, conferencias, manipulación mediática, etc. En síntesis, son habilidades desarrolladas para “persuadir” a comprar o asumir tangibles o intangibles, se usa mucho en la comunicación política, organizacional, propagandística y de otros órdenes.

Diferencia importante; en un caso se sirve y en el otro se induce, por esto es necesario un reconocimiento a quienes actúan siempre fieles a su profesión, defendiendo derechos y libertades, principios necesarios para el armónico funcionamiento de la sociedad.

Son notorios los casos de periodistas firmes confrontado el poder con la verdad, contrastando y con pruebas ellos informan u opinan, diferenciándose por su convicción de servicio, lo que lleva a pensar que, si una sociedad cuenta con periodistas de verdad, tiene oportunidad de ser más democrática al ser verticalmente informada. No se debe confundir la acción profesional con asumir un rol de actor político que es cosa diferente. Es cierto que la acción periodística incide directamente en la política, pero es diferente entrar en escena con fines figurativos. El periodismo es profesión de alto riesgo y la convicción de justicia ha llevado a excelentes periodistas hasta a perder la vida. La ecuación medios-periodistas-poder, es muy compleja.

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