Giovanni Carrión Cevallos
El fallecimiento de Teresa Mora de Valdivieso, no sólo que enlutó a respetables familias lojanas, quienes sienten la ausencia física de su ser querido, sino también produjo un hondo pesar en toda la comunidad, al conocer la pérdida de una de las figuras intelectuales más representativas de la región sur del país.
Sin duda, la trayectoria personal y profesional de Teresa Mora está definida por su proficua y fundamental participación en varios ámbitos de trabajo. Uno especial, sin duda, en el periodismo, desde la redacción y edición de los rotativos ‘Opinión del Sur’, ‘El Mundo’, ‘El Siglo’ y la Revista ‘Acontecer’, todos ellos espacios desde donde se promovió la libertad de expresión y pensamiento, así como la defensa de los más altos intereses de Loja y su provincia. Su contribución a la comunicación social resultó determinante y abrió camino para la incursión de la mujer en el periodismo, el mejor oficio del mundo, en palabras del maestro Gabriel García Márquez.
Asimismo, su amplia producción literaria que se ve reflejada en crónicas, ensayos y poesía, da cuenta de una de las mentes más esclarecidas de nuestra sociedad, cuyas obras quedan como el mejor testimonio de un trabajo creativo de calidad que no desmayó hasta el final.
Por otro lado, su estrecha vinculación con la comunidad, le permitió organizar e integrar varios gremios, entre ellos, la Unión de Mujeres Lojanas y del Comité Ecuatoriano y de Cooperación con la Comisión Interamericana de Mujeres-Cecim, tribunas desde las que ayudó decididamente en la solución de la problemática social, con énfasis en aspectos de género.
La cronista de la ciudad de Loja ha muerto pero nos deja un legado de integridad y humanismo como ejemplo a emular. Corresponde a las autoridades locales reconocer el aporte de esta gran mujer. (O)
@giovannicarrion