Ruta democrática

LIBER ANDRADE SALAZAR

Frente a los problemas económicos, políticos, sociales, culturales que vivimos los ecuatorianos, es imprescindible repensar que, la salida a ellos no es expedir: leyes, acuerdos, decretos, ordenanzas, resoluciones y otras normas jurídicas, acompañadas de una gran dosis de predisposición de combatir el statu quo.

Tampoco sería solución que los actos de corrupción los combatamos con denuncias mediáticas, oídos sordos, vistas ciegas que hasta se llega a creer que eso es normal en la interacción pública o privada o que, designando un Fiscal General del Estado con su equipo desbarate y consiga cárcel contra los criminales-corruptos; o que suplantando a los jueces actuales tendremos sosiego democrático ante la plaga de corruptos, narcotraficantes, trata de blancas, traficantes de influencias.

Tampoco implicaría solución que la conducción política administrativa del Estado, sector privado, organizaciones sociales, academia y otros grupos, cada determinado tiempo ejerzan el derecho de elegir y ser elegido, materializando la participación ciudadana en el quehacer público y privado; pues los resultados se los describe como que oligarcas, gobernantes de turno y perniciosos ex directivos, son los culpables de que la organización social no cambie.

La solución es que inmediatamente familia, sociedad y Estado reencausemos los valores perdidos: respeto asimismo y al semejante, defender la dignidad humana, no mentir, no robar, no ser ocioso, ser solidario, actuar sin prejuicios y sin esperar que una norma lo obligue, respetar a la autoridad en la medida del uso equilibrado de los derechos y obligaciones; todo a cargo del sistema nacional de educación y de la auto-preparación personal. Los resultados los veremos en 20 años, pero empecemos, mañana será tarde, las generaciones venideras aplaudirán o sancionarán severamente.

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