Rodinás: ‘Cuaderno de Yorkshire’ explora la mirada del extranjero

EXPERIENCIA. Juan José Rodinás ganó el premio nacional de poesía Jorge Carrera Andrade 2018.
EXPERIENCIA. Juan José Rodinás ganó el premio nacional de poesía Jorge Carrera Andrade 2018.

El autor de ‘Cuaderno de Yorkshire’ habla sobre el proceso de escritura del galardonado poemario.

“Yo firmaba como Juan José Rodríguez, que es un nombre súper común. Hay un escritor mexicano que se llama igual y hace novelas sobre el narco. Me invitaron en 2011 a la Feria del Libro de Bogotá. Unos días antes, me escribe: ‘oye, me están felicitando porque voy a participar en la Feria, pero no soy yo, sino tú, y hay que decidir quién se queda con el nombre’”.

De esta confusión nació el pseudónimo Juan José Rodinás, que figura en las obras del escritor ambateño. Recordando el famoso cuento ‘Borges y yo’, le pregunto si para él ‘Rodinás’ es ‘el Otro’ y responde: “Comencé haciendo cuentos fantásticos y de ciencia ficción, en el taller de un escritor del cual no quiero acordarme. Siempre me ha fascinado el tema del doble. Puede ser, hay una especie de desdoblamiento y yo creo que funciona bien para lo que quiero hacer”.

Rodinás es un escritor constante. Su obra comprende casi una docena de poemarios, pero el que más ha dado de qué hablar recientemente es ‘Cuaderno de Yorkshire’, ganador del Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro y del Premio Jorge Carrera Andrade 2018.

El libro lo escribió durante su estadía en Inglaterra, mientras realizaba sus estudios de posgrado. Como viajero, Rodinás ha desarrollado la habilidad de observar la realidad desde diversos espacios. “No hay un lugar más adecuado para entender lo que pasa en el mundo que los aeropuertos. La gente está de paso, yendo de un lugar a otro. Ser capaz de retratar esa experiencia es el punto clave de la literatura contemporánea. Ser consciente de esos flujos, de ese movimiento”.

Ver su país natal desde la distancia fue clave para que ‘Cuaderno de Yorkshire’ marcara un punto de quiebre en su obra. Dejando atrás la experimentación casi radical de sus poemarios anteriores, Rodinás afirma haber hallado en Inglaterra la necesidad de un tono íntimo para procesar una realidad que le resultaba ajena: “Hay experimentación, pero todo está en clave íntima, tratando de revelar secretos de mí como ser humano y describir lo que encontraba”.

El autor dice estar en busca de un equilibrio entre la poesía experimental y la de la emoción, donde la voz poética no se cierre al sentido y se exprese desde una perspectiva contemporánea.

La pintura es una constante en tu obra. ¿Qué le hace recurrir a ella durante la composición poética?
A mí me habría gustado ser pintor. Muchas de las cosas que escribo las pienso en imágenes. Las personas que saben de neurociencia lo llaman inteligencia cinestésica. Esa relación con la pintura ha sido constante desde la infancia. Sigue habiendo pintores de los que no puedo desprenderme, como Egon Schiele, del expresionismo alemán; las pinturas metafísicas de Giorgio de Chirico; Mark Rothko y su capacidad de convertir los colores en algo emocionante; Alfred Kubin, con sus dibujos macabros y esperpénticos.

¿Cómo influyó la literatura anglosajona en ‘Cuaderno de Yorkshire’?
Siempre he leído mucha poesía en inglés. Algo que caracteriza esta poesía es cierta relación con la oralidad, la coloquialidad. También hay en ella un sentido de lo concreto. Me parece un contraste interesante con la poesía latinoamericana, que es como un río torrencial. En el libro hay, sobre todo, claridad en la exposición de las emociones e ideas, que sí viene de la tradición anglosajona. En esa época leí al escocés John Burnside, quien hace una reflexión sobre la naturaleza en los espacios abandonados, en rincones que la gente no ve, eso me parece hermoso.

En la obra utiliza elementos que podrían considerarse no poéticos, que pasan desapercibidos para la mayoría. ¿Cómo hallar belleza en esos detalles?
Como ser humano, no puedes negar lo que te toca vivir en el día a día. No se puede evitar que te construyan un edificio de 30 pisos al lado del parque más lindo. Pero, de pronto, hay una luz en esa ventana y ese edificio cobra cierto resplandor, cierta belleza. Ahí, esa imagen pasa a ser parte de tu patrimonio estético. Me interesa ese diálogo entre aquello que siempre se ha considerado bello y lo que el ser humano ha construido. (AA)

FRASE

Solo puedes escribir sobre aquello que te sorprende” Juan José Rodinás escritor.