Capacidad de gestión

Pablo Fabián Ortiz Muñoz

Para los ecuatorianos, ya con experiencia, queda claro, la capacidad de gestión y el nivel intelectual que tienen nuestros políticos, es que no es para menos y sin lugar a equivocarnos, todos, sin excepción, a lo largo de la historia han aplicado los mismos modelos económicos; acompañados de los consabidos impuestos, ajustes tributarios, tazas, multas, gravámenes y un sinnúmero de tributos más, que a la final conducen al mismo objetivo.

Resulta muy claro que estos señores, son unas verdaderas ratas de biblioteca, en lo que a consultar términos se refiere, por supuesto, su mayor aliado en la actualidad, el internet, y para eso, son unos verdaderos chips de computadora; es que andan tan pendientes de la actualización del Diccionario de la Real Academia de Lengua, en cuanto a terminología del vocablo se refiere (sinónimos), que nos asombramos de su capacidad intelectual.

Simple y sencillo, es la única forma de estar al tanto de lo que sucede, para poder de esta forma salirnos con un cuento más, claro, cambiado de nombre por su puesto, pero con el mismo objetivo y el mismo resultado, sangrar los bolsillos de la ya deplorable economía familiar.

Que importante sería ver que toda esa capacidad intelectual, se pusiera al servicio de la gestión administrativa, del emprendimiento, de la generación de empleo, del desarrollo y fomento productivo, de la industrialización, de la producción agropecuaria, del desarrollo de la tecnología y del incentivo a la educación, no como un derecho, sino como una obligación, que nos lleven a una auténtica transformación social y aun verdadero desarrollo económico.

Lamentablemente, nuestra realidad es otra, la capacidad intelectual de nuestros representantes, esta algo confundida, entendieron mal los términos y los significados, parece que el sustantivo lo confunden con el verbo; el desarrollo social, lo involucraron con el desarrollo personal; el desarrollo económico, se transfiguro en arreglos económicos; la equidad social, es equidad de panas; la repartición gusta, es porcentaje o coima y el empleo es diezmo.

Me imagino, ya se crearon su propio diccionario; donde la falacia, diezmo, corrupción, porcentaje, acomodo, etc., son los términos más trascendentes. Habrá que preguntarnos donde lo venden, o será un secreto a voces. (O)