Mi camión de basura…

Talía Guerrero Aguirre

Cada día caminamos por la vida enfrentándonos a distintas personas, algunas de ellas cuya actitud no es la mejor, el conductor que nos insulta por un error de tránsito, el jefe malhumorado, un comentario descomedido etc. Permitiendo que sus majaderías afecte nuestro estado de ánimo:

“Cuenta esta anécdota sobre la lección que le dio un taxista a su pasajero, cuando al tomar la ruta hacia la dirección solicitada por su carril derecho como correspondía, de repente otro vehículo pasa tan pegado al taxi para rebasarlo, que el chofer se vio obligado a frenar a raya hasta hacer rechinar las llantas por la acción, con el fin de evitar un accidente. Sin embargo al recuperar el control del vehículo el taxista solo miro al otro conductor le sonrió y lo saludo; como pasajero se sintió desconcertado y le pregunto porque hacia eso, si casi destruye su taxi y los manda al hospital; respondió, mire muchas veces las personas estamos como un camión de basura, llenándonos de frustraciones, enojos o resentimientos y una vez que hemos acumulado toda esa basura, necesitamos un lugar donde descargarla y si uno se lo permite nos la echan encima. Afirma el pasajero que fue una lección que no olvidara en su vida y la llama “Ley del camión de basura”, porque le hizo pensar en cada cuanto tiempo ha dejado que un camión de basura se le venga encima y la frecuencia con que ha arrojado su basura sobre otras personas, especialmente sobre las que más amaba; desde entonces se propuso evitar ser el botadero de basura de alguien y controlar sus sentimientos o emociones, para no convertir a otros en su basurero particular”.

Por sanidad mental es necesario deshacernos de la basura acumulada en nuestro interior y buscar la mejor manera para hacerlo; (controlando nuestro enojo, quizá dando de puñetes a la almohada o gritando en un despoblado lo más fuerte que se pueda, pero asegurándonos de desahogarnos mientras lo expresamos), así evitaremos contaminar a otros con nuestros deshechos y al mismo tiempo cuidaremos de no ser un basurero para los demás. (O)