Zoila Isabel Loyola Román
“Si mientes, la nariz te crecerá como a Pinocho”, una frase dicha para amedrentar a los mentirosos. Pinocho es un cuento de la fantasía infantil, que tiene la intención de denunciar la mentira, con un profundo mensaje válido para toda edad. Un libro en donde abundan las simbologías y una de las más importantes y que se la conoce más, es la de las mentiras.
No estoy muy segura si los humanos nacemos con un gen mentiroso, o nos hacemos mentirosos a lo largo de la vida por contagio o imitación. Pero si sé que todos somos un poco Pinochos, alguna vez en la vida; lo que nos diferencia a unos de otros es el ¿Por qué mentimos?
–Son mil y una razones por las que mentimos, tantas como las estrellas del cielo. Cuando a alguien se lo descubre “in fraganti” en la mentira, la primera e instintiva reacción es mentir. La mentira surge como una forma de eludir la responsabilidad sobre nuestros actos negativos y evitar sus consecuencias, revela una profunda desconfianza en nuestras capacidades, y por las que creemos que las personas nos admiran y respetan.
Mentiras grandes, mentiras pequeñas, inocentes mentiras o mentiras cargadas de buena o mala intención, pero siempre serán mentiras, y la manifestación de un mal aprendizaje humano que lleva a no obrar con la verdad.
“La mentira es una enfermedad y el mentiroso un enfermo”. Tanto así, que cuando nos acostumbramos a decir mentiras como las que dice Pinocho, no paramos, a sabiendas que nos daña a nosotros mismos y a los demás.
Solo el reconocerse mentiroso, que es un auténtico acto de humildad, y el deseo de cambiar, le permitió a Pinocho tener conciencia de su error.
Para Pinocho y para nosotros buscar la verdad y amarla, nos encamina a vivir una vida auténtica con dirección y sentido, hacia la felicidad. (O)