Cambiar a través de la educación

No es aventurado afirmar que el populismo, en el cual ha estado sumido el país por años, y no solo en el correísmo, tiene una gran responsabilidad en los brotes de violencia social, irrespeto a la autoridad, criminalidad creciente y deterioro de la familia como institución reguladora y definidora del comportamiento de sus miembros. La educación fue la que más sufrió sus embates.

Las consecuencias las estamos pagando. Este ha sido el primer fruto del populismo intelectual, que ha campeado por sus respetos en algo tan delicado como la formación de nuestra juventud. El desborde populista se constata en la eliminación del pénsum escolar materias como ética y cívica y la inclusión de propaganda política a favor de los gobiernos de turno, en particular el de la “década ganada”.

Esto se constata en textos escolares aún en uso. No se buscaba inculcar normas de conducta que las tuvieran como eje la educación cívica y moral, sino un sistemático adoctrinamiento ideológico. La improvisación, amañamiento y ligereza en la elección del profesorado, se añaden a tanto despropósito. Los escándalos de abusos sexuales en instituciones educativas son reflejo de esa conducta irresponsable.

“Cambiar el comportamiento, a través de la educación”, se propone el Ministro de Educación. Sin embargo, al personal docente también hay que transformarlo. Tanto a ellos como a sus alumnos hay que hacerles entender el origen y manifestaciones populistas que han atentado contra una conducta cívica portadora de valores como la solidaridad, la tolerancia, humanismo y respeto y amor a la patria.


La violencia no es fuerza sino debilidad, nunca podrá crear cosa alguna, solamente la destruirá”. Benedetto Croce Historiador, humanista y filósofo italiano (1866-1952)

La violencia solo puede ser disimulada por una mentira y la mentira solo puede ser mantenida por la violencia”. Aleksandr Solzhenitsin Escritor ruso (1918-2008)