No al machismo en TV

Pablo Escandòn Montenegro

Un chiste en el grupo de Whatsapp en donde todos somos hombres, y solo uno de nosotros nos hizo notar que era muy agresivo a las mujeres. Sutil pero profundamente machista; nos recordó que nuestras hijas y parejas podrían sufrir ese tipo de discriminación. Y tiene razón.

Era uno de tantos que en su adolescencia usaba a las mujeres, tenía “éxito” con ellas, pero en su condición de padre de dos niñas, ahora nos demuestra que debemos cambiar. Aplaudo el bofetón que nos dio y reflexiono si habrá alguien en algún canal de televisión como mi amigo.

Necesitamos de alguien que les diga a los programadores de televisión, que las narconovelas de hace una década representan la explotación más burda del cuerpo de la mujer. En situaciones de violencia, ayudan a reforzar el estereotipo del macho; que las cursilerías de las producciones tipo ‘Rosa de Guadalupe’ y ‘A cada cual su santo’, tampoco representan lo que vivimos actualmente y que fomentan la mojigatería de cada ser humano, pues no es bondad ni compasión lo que necesitamos.

Si bien la televisión es un negocio, es un irrespeto para los públicos que repitan “éxitos” que no corresponden a una sociedad que cambia. En el noticiero denuncian los abusos y maltratos a las mujeres, pero en el corte presentan vejaciones en la ficción que reafirman imaginarios sociales de éxito fácil y pisoteo a la humanidad.

Necesitamos un Pepe Grillo, ese elegante insecto de Pinocho, para que diga a los dueños y gerentes de los canales, que sería bueno que se pusieran en los zapatos del otro, de las otras, que vieran reflejadas en esas realidades ficticias a su familia… No es moraleja ni prurito moral. Los tiempos han cambiado y necesitamos coherencia. Un bofetón para que dejemos de ver lo fácil y ahondemos en la transformación social.

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