El leopardo negro que se lo vio en África después de 100 años

DATO. Todas las especies de rinoceronte pueden llegar a pesar más de 1 tonelada de adultos. (Foto: pixabay)
DATO. Todas las especies de rinoceronte pueden llegar a pesar más de 1 tonelada de adultos. (Foto: pixabay)

Nick Pilfold, biólogo del Instituto de Investigación para la Conservación del Zoológico de San Diego, se enteró de que había un ‘gato negro’ en la región central de Kenia. Entonces, supo que tenía entre manos algo especial. Según National Geographic, el experto y su equipo colocaron una serie de cámaras trampa entre la vegetación del área de conservación de Loisaba a principios de 2018. Poco después, dieron con lo que estaban buscando: pruebas irrefutables de un rarísimo leopardo con melanismo. Avistaron a la joven hembra viajando junto a un leopardo más grande de color normal, que supuestamente sería su madre.

El melanismo, lo opuesto al albinismo, -informa National Geographic- es el resultado de un gen que produce un exceso de pigmento en la piel o el pelo de un animal, de forma que parece negro. Se ha informado de la presencia de leopardos con melanismo dentro y en torno a Kenia durante décadas, pero la confirmación científica de su existencia todavía es bastante inusual.

Las imágenes (tomadas por el fotógrafo británico Will Burrard-Lucas, de 35 años) fueron publicadas en enero en el African Journal of Ecology y representan la primera documentación científica de esta criatura en África en casi un siglo.

En 2017, solo se había confirmado un avistamiento: una fotografía de 1909 sacada en Addis Ababa, Etiopía, guardada en las colecciones del Museo Nacional de Historia Natural de Washington, D.C. En gran parte del continente, su área de distribución se ha reducido en, al menos, un 66% por la pérdida de hábitat y la disminución de las presas.

“Casi todos tienen una historia de haber visto uno, es algo muy mítico”, afirma Pilfold.

“Cuando hablas con ancianos que fueron guías en Kenia hace años, cuando la caza todavía era legal (en los años 50’ y 60’), no cazar leopardos negros era algo bien sabido. Si los veías, no los atacabas”.

Antecedentes
De acuerdo con National Geographic, hay nueve subespecies de leopardo distribuidas desde África a Rusia oriental. Y, aunque se considera que el 11% de los leopardos vivos padecen melanismo, Pilfold explica que la mayoría se encuentra en el sudeste asiático, donde los bosques tropicales ofrecen una gran cantidad de sombra.

Vincent Naude, coordinador del proyecto de genética forense de leopardos de la organización sin ánimo de lucro Panthera, que no participó en esta investigación, señala que se cree que el melanismo aporta camuflaje adicional en dichos hábitats, lo cual da ventaja a los depredadores a la hora de cazar.

Pero en Kenia, los leopardos negros, a veces denominados ‘panteras negras’ —un término genérico para referirse a cualquier gran felino con pelaje negro—, parecen estar presentes en zonas de matorrales semiáridos. “Nuestros leopardos viven en ecosistemas del tipo sabana, de forma que tener melanismo no les aporta una ventaja adaptativa”, afirma Naude. Con todo, debido a su estilo de vida nocturno, un poco de pigmentación adicional no hace daño.

Pilfold manifiesta que el hecho de que la joven hembra estuviera viajando con su madre también sugiere que su coloración no ha afectado a los vínculos familiares. (PT)