El país de los idiotas

Ricardo Guamán Araujo

¿Y ahora qué es la política? Hace años veía un documental de Pablo Escobar, a quien le decían ‘El Patrón’, ‘El Doctor’, algunos por respeto y otros por costumbre o por temor. Escobar, dio casas, trabajo, escuelas, canchas de fútbol; fracasó en la política, hizo estas obras en su natal Colombia y en su megalomanía decía que era la segunda personalidad más importante después del Papa. El mundo lo reconoce como un delincuente y un criminal, las bajas esferas a quien ayudó en su estilo de vida lo recuerdan y lo glorifican, ciertas personas lo ven como ejemplo a seguir.

Desde las analogías, en nuestro país, hay delincuentes que han utilizado la política con el fin de institucionalizar la delincuencia, las bajas pasiones, y a pesar de haber quebrado la nación se vuelven a presentar en estas sui géneris elecciones seccionales y con la más deslenguada de las demagogias ofrecen hasta casa gratis, les va a hacer falta terrenos a los candidatos. También manifiestan que sus líderes simbólicos dieron casas, trabajo, canchas, viviendas, y todavía se está definiendo como mismo se los reconocerá pero el camino está claro.

Aquí vale hacer un punto de razonamiento: ¿Qué le importa al pueblo?, recordémonos que más del noventa por ciento de los ahora candidatos tuvieron que ver con la “década revolucionaria”. O el pueblo no tiene memoria. O será que los nuevos candidatos no gozan de la confianza del pueblo, se los ve con las mismas actitudes de querer robar o son manifiestamente ineptos.

O simplemente somos el país de una sarta de idiotas que tenemos miedo, porque hay candidatos que imponen miedo. El modelo revolucionario ya lo dije, es juez y parte, y el tiempo me ha dado la razón, hasta la misma derecha que ha gobernado no dio paso al candidato que era opción en las presidenciales (su tiempo ya expiró).

Cuan ruines aquellos que usan la política para enriquecerse, que desgracia que los de antes se justifican en sus obras y los nuevos dejan mucho que desear. Es por eso que aunque no sea opción hay varios que votarán nulo, eso hace más daño.

O elegimos delincuentes, o inexpertos con prospecto a repetirse el modelo. Se debe corregir varias leyes para salir de este lumpen, de este cinturón que a fuerza nos toca elegir con alguna excepción, la mayoría escorias. ¿Seguiremos viviendo con miedo? Pero ya no permitamos que cuando lleguen digan que actúan así porque en ese estado encontraron la situación. Si ya lo saben y no tienen la solución ¿a qué se meten? (O)

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