Franklin Barriga López
El presidente Iván Duque y la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, en el Jardín Botánico de Bogotá realizaron una ceremonia de trascendencia indiscutible. Se presentó a una Misión de Sabios cuyo objetivo será examinar lo que ha sido, es y tiene que ser Colombia en materia de ciencia, tecnología e innovación, dentro del gran objetivo de fijar e implementar estrategias para el futuro.
Catorce mujeres y 29 hombres integran este calificado grupo, en el que se ha cuidado no aparezcan los oportunistas que merodean en todos los gobiernos. Las coordenadas corresponden a ciencia, tecnología e innovación, como motores de progreso, sin dejar a un lado la cultura, entendida en su justa dimensión y no como reducto, la burocrática, de clanes intrascendentes y personajillos sin la menor base humanística.
Esta selecta agrupación de intelectuales y científicos responde a una gran iniciativa para que expertos de diversas áreas del conocimiento aconsejen al Gobierno sobre el rumbo a seguir.
Los buenos ejemplos deben ser reproducidos. Ecuador debería conformar un grupo semejante, para evitar las improvisaciones tan frecuentes y consolidar el camino que conduce a la prosperidad, lejos de la demagogia que prolifera en el populismo y la irresponsabilidad de los politiqueros que infestan el panorama ecuatoriano, con sus mentiras consuetudinarias y engaños connaturales a sus falacias que en nada les inmuta.
Salvo excepciones, la palabra del político en nuestro medio poco vale, especialmente en época de campaña electoral donde abundan saltimbanquis, magos improvisados, salvadores únicamente de su patrimonio personal porque encuentran en la función pública mina de oro. Se necesita gente versada y patriota para salir del laberinto actual.