Liber Andrade Salazar
Actualmente hay dos Presidentes en Venezuela, el de Nicolás Maduro, nacido bajo el supuesto manto de elección popular y, otro, Juan Guaidó erigido como Presidente interino por decisión de la Función Legislativa con respaldo de una gran parte del pueblo venezolano, así como por el reconocimiento de más de cien miembros de la comunidad internacional. Maduro, reconoce el nombramiento de Guaidó el momento que lo reta a que convoque a elecciones, porque según el Presidente tirano, va a darles un buen merecido electoral a los candidatos de la oposición que, a su decir están protegidos por los Estados Unidos.
La posición dictatorial de Maduro hace que se vuelva insensible ante venezolanos que mueren diariamente por la escasez de alimentos, medicina, falta de trabajo, inseguridad social alarmante y por supuesto los ataques y muertes a toda forma de organización contraria al gobierno dictador, apoyado no solamente por las fuerzas armadas venezolanas sino también por grupos irregulares (chavistas) que armados salen a contraatacar a los opositores; ante esa realidad, miles de venezolanos siguen saliendo de su país por la frontera de Colombia hacia los países de Sudamérica, en pos de un trabajo que les permita subsistir.
La ayuda humanitaria que pretendía darse este fin de semana a Venezuela fue impedida por el gobierno del siglo 21, bloqueando el paso por la frontera con Colombia de cualquier ayuda, incluso se dice que dos conteiner que lograron pasar a suelo venezolano han sido incendiados por grupos armados afines a Maduro. Esa actuación comporta delito de lesa humanidad y la Corte Penal Internacional debe impulsar las investigaciones del caso, a fin de que Maduro y su séquito sean sancionados, actuación posible en la medida que sea el mismo pueblo venezolano quienes organizadamente acompañen al Presidente interino para exigir a la comunidad internacional reconozcan sus derechos.