Libertad y enunciados

Eduardo F. Naranjo C.

El lenguaje fue el mejor logro de la Humanidad; sin embargo, desde que se acuñaron “conceptos” que describen y contienen determinado “ente intelectivo”, se fue convirtiendo en casi magia y dogma, con lo cual unos pudieron controlar a los más y así ha sido en el tiempo del que tenemos conocimiento y conciencia.

La libertad se formula desde diferentes ángulos, tiene un sentido para el que está en prisión y otro para el que desea una medicina, pero no puede comprarla y otro distinto para el que cree que puede decir lo que considera justo sin sufrir consecuencias y así al infinito. El uso de conceptos como “libertad de expresión”, en mínimo existen para el que piensa y habla, pero su difusión está vetada si no se enmarca dentro de los parámetros dominantes.
La libertad de pensar es intrínseca al humano, pero difundirla es un asunto diferente, porque hay “guardianes” que vigilan que las ideas estén dentro de un camino y no más allá de eso, de tal manera que, pensar que con enunciados de libertad de prensa todas las ideas podrán salir a flote es lo más erróneo de suponer.

Naciones Unidas, luego de la gran masacre del siglo pasado, creó enunciados filosóficos poderosos, con el fin de proteger a la Humanidad de demencias brutales. Sin embargo, el pasado y el presente son mudos testigos del incumplimiento de tales paradigmas, lo que indica que la humanidad es proclive a derroteros que le marcan unos pocos según su interés.

Usan las banderas de la paz para armar la guerra y atrás la cantidad de ilusos o serviles que aplauden como en los tiempos de las pasadas barbaries. Los derechos son creación inherente a la verdadera libertad, pero en el planeta pocos serán los pueblos que sin libertad, justicia, salud y educación puedan sobrevivir.

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