Basta de hacer como el avestruz

El populismo mesiánico de la década correísta nos abocó a la calamidad financiera que vive hoy el Estado. Negociar dinero para sobrevivir y que la sociedad sufra lo menos posible, es la consigna. De manera que las reformas consensuadas con los organismos multilaterales se traducen en renunciar, reducir o eliminar exenciones y beneficios que lastran los ingresos por impuestos.

Hay que acabar de aterrizar en la realidad. Que a nadie le quepa duda de que el programa de financiamiento de 10.275 millones conseguido con el FMI y a través suyo con otros organismos multilaterales tiene su precio. “Hay muchos espacios en donde no se está recaudando dinero, aunque se debería poder hacerlo, lo que está favoreciendo a los que más tienen en la sociedad”, dijo un viceministro de Finanzas.

Tiene razón el funcionario, lo respalda la historia del desenvolvimiento de nuestra economía. De esos espacios se dejan de percibir cada año 3.000 millones de dólares. No pocos de nuestros compatriotas se esconden tras escudos y vacíos legales que les benefician en perjuicio del resto de la sociedad. La masa poblacional que elude impuestos aún es considerable. Perjudica a la mayoría de ciudadanos y a la economía en su conjunto.

Hay que mirar hacia arriba, desde luego, pero también hacia abajo. Si no lo hace este Gobierno, tendrán que hacerlo los que le sigan. Hay quien compara nuestra situación con la de otros países, pero olvida la diferencia de tamaño de sus economías respecto a la nuestra. Basta de hacer como el avestruz, que esconde la cabeza bajo tierra para no ver la realidad en que vive.


Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”. Albert Einstein. Científico alemán (1879-1955)En la amistad y en el amor se es más feliz con la gnorancia que con el saber”. William Shakespeare. Escritor británico(1564-1616)