Venezuela libre

Orlando Amores Terán

El castro-narco-comunismo arrebató su Patria a los venezolanos; el G2 cubano, hace con ellos lo que quiera. Agotada la razón, para evitar mayor atrocidad, solo queda la fuerza.

Guaidó debe ejercer su interinazgo desde territorio norteamericano, en suelo venezolano, desde la Embajada de EEUU y pedir la intervención militar norteamericana, en aplicación de la doctrina Roxin, por delitos de lesa humanidad que ponen en peligro la paz mundial.

Esta doctrina jurídica establece la «autoría en las estructuras de poder», permite incriminar a quienes dirigen el Estado. Actualmente, tribunales internacionales sancionan a dirigentes de organizaciones estatales y paraestatales que vulneran DDHH garantizados en constituciones nacionales o en convenios internacionales.

Además, es evidente que Venezuela está invadida por tres ejércitos pertenecientes a organizaciones criminales, vinculadas al narco-terrorismo, como son los de Cuba, Irán y la guardia bolivariana.

En América, la organización criminal narco-comunista, creó estructuras de poder, para controlar el Estado, cambiando las constituciones de los países en los que logró ganar elecciones con engaños. Todos esos mandatarios tienen que responder como autores de las vulneraciones de DDHH y garantías constitucionales.

Quienes ejercieron poder ejecutivo no pueden quedar exentos, bajo el pretexto de que no cometieron el hecho, ya que ellos dominaron el aparato estatal. Solo la intervención de la OTAN, limitó el genocidio en Bosnia, donde asesinaron a 200.000 personas. En Venezuela, ya son 140.000 los muertos, a consecuencia del régimen castro-narco-comunista. Noriega, por mucho menos, fue encarcelado hasta su muerte. Hay que responsabilizar, por los asesinados en Venezuela, a manos del matarife de Caracas, a todo aquel que se opone a la intervención militar. El derecho humanitario admite usar la fuerza, para impedir crímenes horrendos que no pueden quedar impunes, por criterios de soberanía. Llegará el día que las personas también podamos usar la fuerza, para repeler la vulneración de nuestros derechos; ahí terminamos con los canallas.

[email protected]