Campaña solidaria

MA. ALEJANDRA SALAZAR MURRIETA

Desde el pasado 5 de febrero se dio inicio a la campaña electoral, para elegir las autoridades seccionales que nos gobernarán durante el período 2019-2023. Quiero en este texto, circunscribirme solo a mi localidad, por cuanto de acuerdo con lo leído, visto y escuchado hasta ahora, no me quedan ganas de enterarme cómo hacen política en otras ciudades. Y, la verdad me invade un profundo pesar, no solo conocer cómo o qué piensan los candidatos, sino también el electorado.

Esta campaña electoral, que a la postre lleva poco más del mes, muy bien podría pasar a considerarse como la campaña “más solidaria”, jamás vista en la historia de los esmeraldeños, por cuanto cada día que ha pasado desde el 5 de febrero, alguna persona candidata o no, de acuerdo con sus expresiones, ha sido objeto de insultos y ofensas, por parte de otros candidatos o no, lo cual conlleva a que una buena parte del electorado se solidarice con el descalificado.

Algo que me ha llamado la atención es conocer que hay quienes, luego de incurrir en sus improperios y ultrajes, piden o mejor dicho exigen a voz en cuello un “alto a la campaña sucia”, acompañado, no está de más decirlo, de un vídeo o fotografía montaje con algún agravio a su contendiente.

Al parecer lo que en otros tiempos fueron conocidas como redes sociales, hoy se han convertido en el basurero de las nuevas ideas de la forma de hacer política de algunos candidatos, quienes en lugar de buscar empatía a causa de la propuesta y la búsqueda de mejores días, han hecho del insulto y la sátira su lenguaje corriente.

Tan sencillo que es planificar una campaña en un lugar donde falta aún mucho por hacer, no es lógico que se pretende que el ideario del ring de boxeo y la pelea constante, es lo que necesitamos. Ya ha de haber un momento de fajársela por Esmeraldas, ahora es tiempo de propuestas.

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