‘Ciber delincuentes’ y machos

Diego Cazar Baquero

La internet es un laberinto de libertades y también caldo de cultivo de una serie de delitos digitales. Entre ellos, la violencia de género.

La organización Usuarios Digitales recoge casos de ataques coordinados en contra de candidatas durante esta campaña electoral. Muchos de los atacantes son usuarios de ‘troll centers ‘que, amparados en el anonimato, denigran a mujeres con publicaciones que aluden a su grupo étnico o a su nivel educativo, reprueban su preferencia sexual y los roles de género son su materia prima.

De una campaña política sucia al “ciberdelito” hay muy poca distancia. Casi ninguna. La violencia digital contra las mujeres no se compone de actos inocentes, pues el ciberdelincuente se sirve del machismo cotidiano expuesto en redes sociales para perfeccionar sus prácticas. Al agredir a una mujer por ser mujer –en la calle o en la red– somos cómplices de grandes mafias de ciberdelito sexual. Pero si lo hacemos en la gran vitrina que puede ser una campaña electoral, el riesgo se multiplica.

Hace pocas semanas, en Chile, se descubrió el sitio nido.org en el que alrededor de 10.000 usuarios anónimos hombres intercambiaban imágenes de adolescentes y mujeres adultas desnudas o en prendas íntimas sin su consentimiento. Cientos de denuncias involucran a los autores con violaciones, tráfico de drogas, abuso sexual y secuestros por encargo.

En diciembre de 2017 secuestraron, drogaron, grabaron en video, violaron y mataron a Emilia, una niña lojana de nueve años. Entre las causas penales que se abrieron estuvieron la de trata con fines de explotación sexual y la de pornografía infantil. Sus imágenes habrían sido vendidas para circular en algún hueco de la web.

Los ataques de género contra candidatas mujeres, en la vitrina de una campaña electoral, son señal de que al político macho no le importa sentar modelos de comportamiento que pactan con la ilegalidad en el entorno digital. Naturalizar la violencia de género en la red, bajo el amparo del anonimato, puede ser detonante de grandes acciones criminales.

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