Triunfo para Santo Domingo

Considero que es un honor y un privilegio para Santo Domingo el hecho de que se haya encargado la Presidencia de la Asociación Ecuatoriana de Magistrados y Jueces a un magistrado de nuestra Corte Provincial de Justicia, en la persona del Dr. Marco Hinojosa Pazos, Magistrado de altísima trayectoria y extraordinaria probidad.

La Presidencia de la Asociación Ecuatoriana de Magistrados y Jueces, estuvo a cargo del Dr. Julio Arrieta Escobar hasta el 9 de Oct. Del 2018, quien se vio obligado a renunciar, ya que estuvo integrando la terna para el Consejo de la Judicatura, por lo que le correspondía asumir la Presidencia a la Vice Presidenta Dra. Paulina Aguirre, quien se excusó de ocupar dicho cargo, ya que al ser Presidenta de la Corte Nacional de Justicia, tenía que cumplir muchos compromisos. En ese sentido, la Dra. Paulina Aguirre, mediante oficio de 10 de Oct. Del 2018, en calidad de Vice Presidenta de la AEMAJ, le encarga al Dr. Hinojosa la Presidencia por ser el Primer Vocal, y que por razones personales este Magistrado según se supo, le encargó esta dignidad al Dr. Vinicio Palacios, a quien, luego de agradecerlo por su buen desempeño, asume el encargo de la Presidencia de la Asociación Ecuatoriana de Magistrados y Jueces el Dr. Marco Hinojoza Pazos, hasta que se convoque a la Asamblea General para la elección del nuevo directorio.

Nuestra Provincia en materia judicial es la tercera más importante de Ecuador; entonces es grato y honroso que instituciones tan importantes estén en manos de magistrados de nuestra provincia. Ahora bien, la “Asociación Ecuatoriana de Magistrados y Jueces”, es una sociedad esencialmente científico-jurídica, cultural, pluralista, democrática de carácter civil y de derecho privado, sin fines de lucro, cuyos fines entre otros es el de promover la superación científica de sus asociados y la defensa de sus derechos, a la par que representará a Ecuador a nivel Internacional, así como defender, proteger y dignificar en el más alto grado a la Magistratura y carrera judicial, como también la autonomía e independencia de la Función Judicial. Santo Domingo se merece esto y mucho más.

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