Redacción ROMA,
EFE
El francés Julian Alaphilippe (Quick-Step) conquistó ayer al esprint la clásica italiana Milán-San Remo, primer monumento de la temporada ciclista, sobre un recorrido de 291 kilómetros, en la que el campeón mundial, el español Alejandro Valverde (Movistar), acabó séptimo.
En una ‘Classicissima’ vibrante, Alaphilippe, reciente ganador de la Strade Bianche y de dos etapas de la Tirreno-Adriático, triunfó en 6 horas, 40 minutos y 14 segundos, por delante del belga Oliver Naesen (AG2R) y del polaco Michal Kwiatkowski (Sky).
Fue un esprint final de alto voltaje, con todos los grandes protagonistas en la pelea. El triple campeón mundial eslovaco Peter Sagan (Bora) acabó cuarto, con Valverde séptimo y Vincenzo Nibali (Bahrain) octavo.
Finalmente Alaphilippe, tercero en esta prueba en 2017, se hizo con la corona en Vía Roma, donde está puesta la línea de meta, y confirmó su grandísimo momento de forma.