'Franeleros' sacan provecho a jornada electoral en Guayaquil

Para cuidar los vehículos, los 'franeleros' se ponen chalecos reflectivos.
Para cuidar los vehículos, los 'franeleros' se ponen chalecos reflectivos.

Redacción GUAYAQUIL

Están apostados en cada recinto electoral. Llevan puesto chalecos reflectivos y en sus manos sujetan un pito. Son los cuidadores de carros o también llamados ‘franeleros’ quienes aprovechan la ‘movida electoral’ para llevar a sus hogares un dinero extra.

Oswaldo Morales, de 50 años, empezó la jornada a la 6:00. Llegó desde Monte Sinaí, donde reside, hasta la unidad educativa Matilde Amador Santiestevan, al norte de Guayaquil, para iniciar con la labor.

Hasta el mediodía había recaudado 25 dólares. Un valor, que a su criterio, «le llega bien» porque debe reunir para la compra de los útiles del colegio de su último hijo de 13 años.

Morales se dedica a la pintura, pero enfatiza que este día no podía dejarlo pasar. Recordó que en las elecciones de 2017 tuvo un ingreso de 50 dólares en una jornada de 7:00 a 14:00.

«Es un trabajo que no demanda mucho esfuerzo y no nos va mal. Hay que aprovechar la afluencia de personas. Uno pobre, quedarse en casa, no resulta», señala Morales, quien refirió que el valor por cuidar un carro se lo deja a la voluntad del cliente. «Hay unos que te dejan 0,25 a 0,50 centavos y hasta un dólar», agregó.

Quienes cuidan los carros están atentos a todos los movimientos.
Quienes cuidan los carros están atentos a todos los movimientos.

Otra historia

Alberto Calderón, de 24 años, se ubicó en los exteriores del recinto Adolf Simmonds, en el centro de la ciudad para iniciar con la supervisión. A diferencia de Morales, Calderón trabaja como cuida carros desde hace cinco años.

Reconoce que la implementación de los parquímetros ha disminuido sus ingresos, por lo que ve beneficioso este día para ganarse lo que a veces se hace en una semana.

«Lo bueno es que por las elecciones no hay mucho control. En los días ordinarios, es muy complicado trabajar en esto. Los parquímetros nos han mermado trabajo. Espero hoy hacerme unos 40 dólares hasta las 16:00», mencionó.

Calderón aprovecha la parada para, además de vigilar los vehículos de los votantes, vender agua en botella y así aumentar el ingreso del día. «El comercio es bueno y hay que ver la manera de ofertar lo que más se pueda», agregó el cuidador.

A unas tres cuadras de donde se ubica Calderón se encuentra Marcos Luzuriaga, quien se ha hecho un espacio para el cuidado de las motos.

Luzuriaga indica que cada uno respeta el espacio, y que sí en una cuadra se apuestan 10 franeleros, todos salen ganando.

«Lo bueno es que todos sabemos que hay que aprovechar para ganar. Y en el fondo sabemos que detrás de cada uno hay una gran necesidad. Aquí nos hacemos una sola: la ‘chuzera’, la ‘tripera’, el ‘aguatero’. No nos conocemos pero durante la jornada nos hacemos amigos», dice sonriente.

A criterio de Luzuriaga, este trabajo facilita a que los votantes vayan tranquilos a sufragar. Y en esto concuerda Verónica López. «En este día de congestión, tanto del tráfico, como de las personas, es muy provechoso contar con ellos porque, en lo personal, me indican dónde parquearme, me ayudan a salir, me dirigen. Además cuidan el vehículo y me gusta», señaló López.

Los cuidadores señalan que su jornada termina antes de la 16:00. La mayoría coincide que para poder efectuar su voto, el puesto, lo dejan a cargo de un familiar. (JCL)