No son ‘Angelitos’

Maritza Beatriz Morquecho

El pasado 21 de marzo de 2019 estuvimos conmemorando el Día Internacional del Síndrome de Down. Fue en 2011 que la ONU decretó esta fecha para crear conciencia en la comunidad mundial sobre el respeto a sus derechos y las políticas incluyentes que deben generarse para su desarrollo.

Como madre de Josué Rafael, un amoroso bebé, quien tiene Síndrome de Down (SD), creo conveniente abrir esta columna para ir rompiendo mitos, para mí mismo, otros padres y la comunidad lojana, sobre algunas palabras que estamos utilizando con ellos y que son expresiones que están quitando a nuestros hijos sus habilidades y destrezas para crecer.

Eliana Tardio, madre de dos hijos con SD, en su blog personal menciona que cuando utilizamos la palabra “angelito” y les ponemos alas angelicales, básicamente estamos quitándoles el derecho a volar. Porque cuando le quitas su humanidad, le quitas todos sus derechos. El derecho a una vida inclusiva, a cometer errores y aprender de ellos. El derecho a ser él o ella misma en su espacio. Mi hijo, de dos años y medio, tiene su propia personalidad incluido los berrinches como cualquier otro niño a su edad.

También se suele pensar que ellos son “niños eternos”, pero esto tampoco es cierto porque su edad se mide por los años vividos, como todo el mundo. O es común la frase “Tu hijo está discapacitado”. Lo correcto es decir que vive con una discapacidad, que para nada le impide ser capaz y que gracias al apoyo familiar logrará alcanzar sus sueños.

Por ello, tu hijo “no es un ángel”, sino un ser humano que tiene que enfrentarse al mundo utilizando sus habilidades, las mismas que ganará con el tiempo, cuando como padre le otorgues las alas para volar. De eso se trata el hoy y el cada día. De ayudarle a convertirse en la mejor versión como lo haría cualquier padre con su hijo. (O)