¿Impugnaciones, superhéroes y democracia?

POR: Rocío Erazo Benavides

Luego de las impugnaciones, las alertas de un posible fraude y aterrizando con algunos superhéroes y heroínas que han direccionado la esperanza de la población ecuatoriana a frases como: “no los vamos a defraudar” y “es la hora de hacer respetar nuestros derechos”, hay que necesariamente analizar y discrepar con los análisis de los resultados de las elecciones del domingo 24 de marzo, ya que pasamos de la polarización a la fragmentación, y por la fragmentación de más de 80.000 candidatos en todo el país, podía ganar cualquiera.

Cierto es que Paola Pabón ha ganado la Prefectura de Pichincha. Que Luisa Maldonado ha llegado segunda en la búsqueda de la Alcaldía de la capital y que Pierina Correa ha obtenido un sorprendente segundo lugar en la elección de la Prefectura del Guayas. Sin embargo todas estas fluctúan alrededor de un 20% del voto.

En Manabí, por ejemplo, el correísta Leonardo Orlando se impone en la Prefectura de la provincia con el 28%, con apenas tres puntos por encima del candidato de CREO, Jaime Estrada. Esta mención en cuanto a que la ‘revolución ciudadana’ estaría resurgiendo con estos resultados, que no se parecen a los que llevaron al poder a Lenín Moreno, en donde el correísmo obtuvo menos del 50% de los votos; luego convoca a una consulta popular para impedir que Correa pueda lanzarse a la reelección y reelegirse indefinidamente en donde el No obtiene el 36%, o sea el voto correísta.

Hoy ese porcentaje está en el 20%, pero entonces: ¿qué es lo que buscan? ¿O ya visualizan las elecciones presidenciales del 2021?

Aquí no hay dos candidatos de derecha y uno de izquierda, aquí aparece en el horizonte dos disputas de derecha entre el autoritarismo y la democracia. Y no como en los últimos tiempos se aseguraba la lucha entre izquierda y derecha. Es sorprendente, hace 12 años apareció un ser inteligente y simpático, que luego nos dejó a un gobernante chistoso y cuántico.

El pueblo seguramente, seguirá entendiendo.