Esos costos y esos riesgos

La desestabilización, como plan de aplicación progresivo, está echando mano a la inestabilidad institucional de algunos poderes del Estado, como el Legislativo y el Judicial. Quieren sus mentalizadores y ejecutores sembrar la desconfianza, la incertidumbre y, en definitiva, la inmovilización política del Gobierno y la opinión pública. Es evidente que la figura del presidente Lenín Moreno está en la diana de la operación en marcha.

La receta aplicada en todo el espectro político latinoamericano. Bien sea desde la derecha a la izquierda, desde los extremos y con matices según cada caso. Ha sido exitosa allí donde las instituciones son débiles y la conciencia política de la ciudadanía carece de los instrumentos básicos para entenderlas y desmontarlas. La carencia de una educación cívica adecuada es su caldo de cultivo. Ese es nuestro caso.

Las elecciones develan una reconfiguración de nuestra política doméstica. Hay nuevos actores, y los que ya estaban en el escenario experimentaron victorias, derrotas y escaramuzas tácticas que pueden ser duraderas o esfumarse en cuanto choquen con la realidad cruda y dura. Mucho de lo ocurrido da aire a los afanes desestabilizadores y envalentona a no pocos de sus cabecillas.

La transición democrática que se comenzó hace dos años y las reformas económicas en marcha tienen su costo y sus riesgos. Forjar un nuevo orden legal e institucional también. Hay un liderazgo en el poder decidido a consolidarlo e impulsarlo hacia adelante. Esos costos y esos riesgos, ¿estamos dispuestos los ecuatorianos a asumirlos? Inteligencia y madurez se necesitan para dar respuesta a tamaña pregunta.


Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella”. Joan Báez Cantante estadounidense (1941)

Si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá”. Horacio Poeta latino (65 AC-8 AC)