Si de lógica se trata…

MA. ALEJANDRA SALAZAR MURRIETA

Entre todos los escabrosos detalles que envuelven la muerte de Carolina, joven que fue encontrada muerta en una quebrada al norte de Quito, cuyo cuerpo presentaba lesiones y maltratos; además de evidentes signos de violencia sexual, lo más espeluznante es el hecho que su muerte haya sido declarada como natural.

Entiendo que en virtud de la lógica, posiblemente el médico legista concluyó que luego de haber sufrido tal cruel martirio, era obvio que la muerte iba a sobrevenirle; pero, supongo que siendo una muerte tan violenta, no cabía espacio para la ironía y debió pesar un criterio más profesional.

Este caso que tiene aún mucha tela por cortar, me transporta a otro ocurrido el año pasado y en el que con similares características fue hallado el cuerpo de una joven venezolana, en una playa de la provincia de Manabí, con claras señales de haber sido violentada, pues, incluso, su ropa había sido arrancada de su cuerpo; sin embargo, en el detalle de la causa de su muerte se adujo muerte por asfixia.

Asimismo, podemos concluir que posiblemente esta joven fue objeto de algún tipo de violencia que conllevó a la asfixia y murió como era lo lógico. Me pregunto a mi misma, cosa que suelo hacer muy a menudo, porque hay conversaciones que solo me las confío a mi y ahora a ustedes, ¿cómo fue posible que un experto en analizar y descubrir el motivo de una muerte, razone de esta manera tan burda y concluya un dictamen con una sentencia tan vacía?

En los casos que he mencionado, existe una ligera conexión, ambas personas murieron a manos de gente violenta y a ambas le fue practicada la autopsia por gente inepta. Para concluir y con mucho pesar, entiendo que, ahora no solo debemos pelear en contra de la delincuencia sino también en contra de una mal llamada justicia y sus viciados procesos.

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