Assange, ¿asunto terminado?

Causó sorpresa, a pesar de que se veía venir la salida de Julian Assange de la Embajada ecuatoriana de Londres, luego que se le revocara el asilo del que disfrutó por casi siete años. Acusado de delitos comunes en Suecia, también tiene cuentas que saldar con las autoridades británicas y con las de Estados Unidos, en este caso por la publicación a través del portal WikiLeaks de miles de cables militares y diplomáticos clasificados. Correa lo acogió en esa sede diplomática con sobrada información sobre el australiano y sus antecedentes.

No pasó un mes sin que se develaran conductas escandalosas y desafiantes del asilado, el que nunca dejó de utilizar y en parte orientar a WikiLeaks, ni se abstuvo de participar en sus revelaciones. En términos materiales esto costó al país unos seis millones de dólares, pero el costo en sus relaciones internacionales fue mucho mayor. El caso Assange tensó las relaciones con países con los que históricamente Ecuador mantiene relaciones muy favorables para su desenvolvimiento económico, social y cultural.

El asilo a Assange se inscribió en el contexto del apogeo en América Latina de gobiernos adscritos al “socialismo del siglo XXI”. Una movida que, más que por humanitarismo, tomó el expresidente Correa con indisimulados fines mediáticos y propagandísticos. Fue una manera de subrayar la pertenencia incondicional a esa corriente ideológica, caracterizada por una política hostil hacia los Estados Unidos, bajo el rubro antiimperialista de larga data en la política latinoamericana. ¿El asunto ha terminado para Ecuador? Es posible que aún falte mucho por ver.


Uno nace como una semilla, con unos genes, pero es uno quien tiene que hacerse”. José Luis Sampedro Economista español (1917-2013)Los cobardes son los que se cobijan bajo las normas”. Jean Paul Sartre Filósofo y escritor francés (1905-1980)