La trama de corrupción de Odebrecht ha lanzado tentáculos en toda la región, pero en unos lugares la justicia se ha movido más que en otros. Perú, nuestro vecino del sur, nos lleva una larga delantera. Por este caso están imputados sus cuatro últimos presidentes: Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski.
El jueves pasado, Kuczynski pasó su primer día en prisión, tras la orden de la Justicia de detenerlo por 10 días para investigaciones. Sobre él pesa la sospecha de lavado de activos.
El viernes, en cambio, se conoció que por una investigación por el mismo delito, decretaron la prohibición de salida del país para el esposo de Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori.
En Perú se ha evidenciado el peso real que la corrupción de la constructora brasileña tuvo en la región, algo que no son hechos aislados, sino, al menos, un engaño institucionalizado.
¿Qué tan lejos o qué tan cerca está Ecuador de esa realidad? Acá tenemos a un exvicepresidente, Jorge Glas, preso, cumpliendo una condena de primera instancia a seis años de cárcel por esa trama. Pero a él se lo sentenció por apenas uno de los tantos delitos que se pesquisan. De hecho, el más leve.
Mas, ¿eso es todo? Cuando sentenciaron a Glas, la Justicia pidió que se investigaran también otros delitos más graves: cohecho, peculado, delincuencia organizada… Ha pasado un año y medio y nada. La esperanza está en que la nueva Fiscal retome todas las investigaciones, como ha ofrecido, no para perseguir a nadie, sino para saber la verdad.
«Retroceder ante el peligro da por resultado cierto aumentarlo.
Gustave Le Bon
Psicólogo francés (1841-1931)
«Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.
Albert Einstein
Científico alemán (1879-1955)