Silencio absoluto

POR: Germánico Solis

Las últimas elecciones realizadas el 24 de marzo, convocaron a los ecuatorianos a cumplir con un acto democrático, elegir prefectos, alcaldes, concejales y miembros de las juntas parroquiales. Asimismo, se votó para nombrar a quienes integrarán el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.

En todo el país constatamos la participación de los partidos tradicionales y una cantidad de movimientos totalmente nuevos. Sumados los candidatos pasaban la cifra de 80 mil, número para unos como garantía de una legítima participación, mientras que muchos comentaron como ambiciones para deslegitimando el ideal democrático, sea oportunidad para figurar, mejorar el currículo, o aspirar a una buena dieta durante cuatro años, cualquier cosa, menos la responsabilidad de servir.

Las estrategias instruidas por directores de campaña y asesores políticos fueron diversas, desde obsequiar fósforos, gorras, camisetas, alimentos; la exhibición de caravanas motorizadas, reclutas simpatizantes arreando banderas, hasta el uso de un discurso vergonzosamente empobrecido, llegando puerta a puerta ofertando cualquier ocurrencia y chuscadas inspiradas en la demagogia, ofrecimientos simplones que demostraron absoluto desconocimiento de las funciones señaladas en la ley, además besos fingidos, falsos abrazos y fotografías como baratija de aldea.

Es obligación del Consejo Nacional Electoral hacer cumplir el Código de la Democracia, que entre otras cosas mide el gasto electoral y asigna cupos de egreso, entregados por el Estado y complementados por cada organización política. Cláusulas desobedecidas por los partidos grandes en desventaja de los pequeños. Ciertos participantes vinieron trabajando tiempo atrás sin que permita la ley, pero consentida con la vista gorda de las autoridades electorales.

La nación espera del CNE las sanciones a quienes sobrepasaron el gasto electoral, las cuentas de los “aporte voluntarios” de simpatizantes, y en nuestra provincia, las cuentas de las ganancias en rifas que hicieron posible una contienda desigual y afrentosa. ¿Para cuándo las cuentas y sanciones? Al parecer todo quedará oculto en conjuro con los controladores.