Docentes sin miedo

Richard E Ruiz O.

Nuestra democracia nos permite expresar lo que creemos, mucho más si vivimos en un estado de derecho, donde la libertad de prensa y el sistema democrático existe ¿Qué significa esto? ¿Existen algunas autoridades que desean silenciar la opinión del docente?

La labor docente es digna y más cuando se hace bien, con pasión y profesionalismo. Seguiremos hablando de diversos temas que pocos se atreven a tocar. Escribimos hablando siempre apegados a la verdad. Cuestionaremos lo incuestionable, y continuaremos opinando de temas que pocas veces se abordan, en el campo educativo y sobre todo de educación media, aunque a algunos no les parezca. Se trata de ser coherentes con la libertad que persigue el ser humano. No somos defensores de oficio de nada ni de nadie, escribimos apegados a la verdad, la justicia y somos respetuosos del ser humano.

La dignidad es un valor inalienable de la condición de ser humano. Casi todas las estructuras políticas y sociales de la actualidad se plantean la búsqueda de mecanismos que permitan favorecer esa condición. Sin embargo, y pese a los esfuerzos que se realizan por hacer eso posible, es innegable que en muchas circunstancias, ese principio se vulnera de manera nefasta. Debemos hablar de la necesidad de respetar la dignidad de los otros. Hacia 1880, la pluma de Juan Montalvo se elevó para enfrentar al tirano, escribiendo: “El abuso triunfante, soberbio, inquebrantable es tiranía, es flujo de acciones ilícitas, es robo a diestra y siniestra…” Nuestra solidaridad con los docentes perseguidos, cambiados de establecimiento injustamente, que han sufrido el abuso del poder de autoridades puestas “a dedo”, o de “autoritarios” que se creen “autoridades” intentando menoscabar el esfuerzo serio y profesional de nuestros compañeros.

El ejercicio de la docencia es una de las formas de la libertad de expresión. Ya lo decía George Orwell: “Hay que publicar lo que alguien no quiere que publiques”. Cambio y fuera. (O)

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