Lucía Margarita Figueroa Robles
Hoy en día la tecnología ha irrumpido los hogares, luego de un sinfín de transiciones que la han convertido en un verdadero movimiento social con aplicaciones más amigables, innovadoras, efectivas; suponiendo en la mayoría un cambio en la forma de pensar, diseñar y usar la internet, apoyados en esta nueva ola, en la que ha ido evolucionando la Web. Al punto de convertirse en uno de los principales pasatiempos de los niños y jóvenes del mundo. Lo interesante de todo esto, es que han surgido opciones interactivas muy beneficiosas para la formación, a las cuales se les puede sacar el máximo provecho. De ahí que surgen los libros electrónicos, que para los lectores tradicionales fue como un flechazo, pues se auguraba la desaparición del libro en físico de manera progresiva y estrepitosa. Gracias a Dios esto no sucedió, y hoy en día quienes somos amantes de la lectura, podemos contar con decenas de libros en una Kindle por ejemplo, lo cual facilita en el tema de títulos o autores que aún no han llegado al país, en el tema de espacio vs Mb., en el tema del peso, el precio, las anotaciones o búsquedas de términos, etc. Pero no por ello significa que si deseamos adquirirlos en formato papel, no lo podamos hacer.
Sin duda alguna todavía existen aquellos fieles y leales amigos de los libros en físico que aman respirar el olor de un buen libro, quienes rotundamente se niegan a adquirir un libro electrónico; pero como contraparte, encontramos también lectores tan tecnológicos que a partir de que adquirieron su e-book ni siquiera han tomado la iniciativa de volver a comprar un libro en papel.
Pese a todo y a propósito del día mundial del libro que se celebró el 23 de abril como conmemoración al fallecimiento de Miguel de Cervantes, William Shakespeare, el Inca Garcilaso de la Vega, extiendo la invitación a que sigamos leyendo y educándonos con los libros a través de cualquier medio de lectura, porque sin duda alguna, constituyen el pasaporte al conocimiento, nuestra mejor compañía; y si leemos, podremos vivir una infinidad de vidas. (O)