Yo tengo el poder

Marlon Tandazo Palacio

Para la generación que crecimos con He-Man y Los Amos del Universo, es familiar la frase que intitula esta lectura. Para quienes la desconocen, fue parte de una serie infantil, cuyo personaje principal al invocar el poderío de su espada, se investía de facultades para enfrentar a sus adversarios.

Los seguidores de He-Man, enfrentamos hoy en día a los aliados estratégicos del paso del tiempo: caída de cabello, aparecimiento de canas y líneas de expresión facial, crecimiento de vellos en orejas y nariz, aumento de la barriga, en algunos casos menopausia/andropausia temprana, etc. Más allá de que sean signos de “juventud acumulada”, como dice mi buena amiga Noshy Rodríguez. Son adversarios que puedes vencer.

Coincidimos con la comunidad creyente que sólo Dios perdona; pero el tiempo no. En este punto, si estás en el umbral de esta etapa o te encuentras atravesándola, tienes dos opciones desde el punto de vista emocional: echar veneno con ventilador quejándote de tu “suerte”, o enfrentar a las fuerzas destructoras de tu calidad de vida.

No lo digo yo. Un especialista del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, asegura por ejemplo que, en la andropausia (disminución en la producción de la testosterona masculina a partir de los 30 años), si bien el envejecimiento influye, también hay otros factores que inciden como: estrés, consumo de alcohol, ciertos medicamentos, obesidad, infecciones, etc. Los síntomas más comunes son: cambios en el estado de ánimo, pérdida de energía, falta de deseo sexual, aumento de peso, irritabilidad, depresión, entre otros.

Hubo una época en el que los seguidores de He-Man nos sentíamos inmortales y actuábamos en consecuencia. Hoy el tiempo y hábitos pasan su factura. Está en tus manos empuñar la espada de la voluntad y enfrentar a las fuerzas destructoras para hacerles sentir quien tiene el poder. (O)

@marlontandazop