Una propuesta para el IESS

Remo Cornejo Luque

El IESS tiene 3’741.042 afiliados (a diciembre de 2018) de los cuales 2’698.395 aportan mensualmente el 9.45% de su salario, mientras la patronal lo hace con el 11.15%. El gobierno aporta en su doble condición de patrono y responsable de la Seguridad Social.

En 2008, de cada dólar que ingresó por aportes se utilizaron 57 centavos para cubrir las prestaciones, mientras que en 2017, cada dólar que ingresó por aportes se gastó y además se debió extraer de los ahorros 11 centavos adicionales. Las pocas reservas que tiene el IESS se reducen cada día por las decisiones inadecuadas del gobierno de AP, algunas directamente vinculadas a hechos de corrupción.

La situación se agravó con la derivación de la salud hacia clínicas y consultorios médicos privados, ya que recibieron del IESS entre 2009 y noviembre de 2017 la cantidad de 3.879 millones de dólares. En 2016 se gastó más en pagar a los consultorios particulares, que en sostener a dispensarios y hospitales del IESS. Se pagaron 741 millones de dólares, mientras toda su infraestructura médica -al año 2017- tiene un valor total de 796 millones de dólares.

Queda claro que contratar a los servicios particulares de salud fue el desagüe por donde se escaparon miles de millones de dólares pertenecientes a los afiliados.

Ante estok, el FUT y el Frente Popular vienen impulsando un debate en el país para recuperar el IESS para sus legítimos dueños y proponen la creación del Fondo de la Seguridad Social Ecuatoriana, (FSSE), que tiene como uno de sus principios fundamentales capitalizar los recursos que se depositen en él con el suficiente tiempo: 20 años, en principio, hasta que los estudios pertinentes lo ubiquen en el tiempo y monto óptimos.

Es una propuesta que apunta, además, a ampliar la seguridad social al resto de la población y mantener o mejorar las condiciones de las prestaciones que entrega el IESS y en beneficio para las futuras generaciones. (O)

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