Corrupción a todo nivel

LUIS MUÑOZ MUÑOZ

Es verdad que la corrupción existe en el mundo entero, pero con mayor frecuencia se genera en países tan desiguales como Ecuador, donde los escándalos por supuestas irregularidades en contratos, lavado de activos, evasión y elusión de impuestos, enriquecimiento ilícito, peculado, diezmos y otros delitos, son cotidianos y han causado indignación en la ciudadanía , que mira absorta cómo las denuncias en muchos casos no han progresado.

La corrupción ha ampliado la brecha entre ricos y pobres y como corolario de ello los pobres se hacen más pobres y los ricos más ricos, y además no pagan impuestos. Para el contribuyente medio, el que los dueños de las grandes fortunas del país encuentren la forma de evadir sus impuestos es una gran ofensa.

Periodistas de investigación han descubierto un sistema paralelo en que los poderosos del país esconden sus fortunas y el verdadero origen de sus grandes capitales, encontrándose entre ellos ministros de Estado, deportistas, políticos, asambleístas, fiscales , jueces, religiosos, amigos íntimos de presidentes, narcotraficantes y empresarios de la minería, quienes han puesto su dinero en paraísos fiscales.

Un manto de duda ensombrece sospechosamente este tipo de operaciones y para controlar estos delitos y los de enriquecimiento ilícito no justificado necesitamos una legislación tributaria severa, que no deje al descubierto la evasión de impuestos, los desfalcos y sobreprecios, en síntesis, que permita detectar a tiempo cualquier intento de corrupción y además averigüe las fuentes de origen de las fortunas levantadas por funcionarios públicos para proceder a sancionar e incautar los bienes como única forma de reparar el daño ocasionado al país y los ecuatorianos, que hoy cargan sobre su espalda el peso de impuestos para paliar la crisis en que la sumieron funcionarios corruptos que abusaron del poder que se les confió erradamente en las urnas. (O)