Opio Novo

ORLANDO AMORES TERÁN

Hace siglo y medio envenenaron China, con opio. Al mundo, con fútbol; pero la pelota tiene bandera, estimula el nacionalismo en torno al juego, ya no les sirve como mecanismo de alienación masiva. Hoy pretenden hacerlo a través de la ideología de género. El mayor laboratorio para el sometimiento en América, es Cuba. Oportunistas como son, observaron que hacia allá se encamina la agenda global impulsada por organismos internacionales, entonces crearon la «princesa cubana» de la ideología de género, que no podía ser otra que Mariela Castro, hija de tirano, porque en el paraíso narco-comunista van 60 años de libreta de racionamiento y prohibiciones, lo único que tienen es la convicción de que el sistema les roba esperanza, manteniéndoles peor.

El paraíso está plagado de policías, cualquier desacuerdo es «contrarrevolución», te excluyen, un error puede ser delito, te encierran en la prisión chiquita, porque Cuba es la gran prisión. El próximo mandatario deberá tener antecedentes opuestos a gustavinos y castro-narco-comunistas, caso contrario debemos rechazarlo. Por el momento que atraviesa el país, es impensable un presidente contemplativo con el narco-saqueo. Debe ser capaz de destruir la estructura narco-comunista.

Eliminar el favoritismo de las «evaluaciones» para designar lacayos. Reconstruir las FFAA, porque cuando ésta se une a su pueblo, cesa la tiranía. Maduro se mantiene, por la corrupción del mando, al igual que prosperaron 10 años en Ecuador. Recuerden: al infierno van primero los cobardes. No hay que temer la bronca cívica, hay que buscar líos patrióticos. Hay que enfrentar la peste narco-comunista que no se conforma con que simplemente te calles y mires a un lado; sino que desea gente sometida, servil, aplaudidora, para cumplir consignas de ideología de género, sicariato judicial, destrucción de la familia, eliminación de lo nacional, imposición del aborto, a través de un disparate discursivo de supuesta «inclusión» que crea aberraciones desde en el idioma, destruye sentimientos de Patria, familia, identidad, religiosidad; los cambia por agrupación, tendencia. ¡Basta! ¡Suficiente!

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