Andrés Ontaneda
Sociedad, Estado, gobierno, servicio público y gobierno es la estructura del sector público. La Senplades en nuestro país informó que aproximadamente se necesita alrededor de 44.000 millones de dólares hasta 2021 para cubrir los 66 servicios.
En su modelo de desconcentración encontramos tipologías, una de las más determinantes son las que requieren un alto nivel de desconcentración como en el caso del sector educación, salud e inclusión social.
El fin de obtener una unidad ideal existe un vacío en el gobierno en territorio y es que para lograr la eficiencia en el servicio público en la prestación de servicios y fortalecer la articulación en el ámbito local no basta con saldar las necesidades básicas sino ir más allá de lo técnico, hoy en día llamado cultura organizacional.
Imaginemos que ingresamos a solicitar un servicio en una institución pública, que es garantizada mediante la Constitución, y es facilitada dentro del proceso burocrático, pero el ciudadano es atendido de una manera hostil y tediosa por parte del funcionario, la satisfacción del usuario no será satisfecha debido a la mala atención obtenida. A esto le llamamos que dentro del gobierno cada servidor tiene conocimiento de qué hacer técnicamente, pero no sabe realmente ¿por qué? ni ¿para qué? hacerlo bien, con calidez y eficiencia, debido a la falta de trabajo en la satisfacción laboral, clima organizacional y riesgos psicosociales nunca han sido prioridad para el gobierno, sino solamente la búsqueda de resultados cuantitativos.
Estoy seguro de que si trabajamos más allá de lo técnico, en desarrollo personal, habilidades blandas, educación continua en los servidores, el costo beneficio del Estado será mayor, tendrá ahorros económicos y tendrá unos servidores públicos más felices. (O)